
Videodrome (David Cronenberg, 1983) exploraba la posible fusión de la máquina y el cuerpo en una atmósfera de terror tecnológico. Al final de la película, Max Renn, el protagonista, se suicida cambiando su cuerpo corrupto por la Nueva Carne al otro lado del televisor. Su mano se ha fusionado con la pistola y la piel tiene un aspecto similar a la de un pulpo. Y uno no puede evitar preguntarse que pasaría si esto se hiciera realidad.
Los avances en bioingeniería permiten actualmente desarrollar pequeñas porciones de piel viva a partir de células madre. Esto es especialmente útil en tratamientos de accidentes y quemaduras. Se espera que en un futuro esta tecnología se siga desarrollando y... ¿qué ocurriría si pudiésemos producir carne viva a nivel industrial? ¿Podría llegar a ser éste un material de construcción eficiente? Imaginemos que se puede fabricar en grandes dimensiones y mantener viva mediante un sofisticado sistema electrónico-digital. Y que empezamos a utilizarlo como elemento de división de espacios. Llegaríamos entonces al concepto de "piel" en el sentido literal del término.
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